Miedo.
Premio de poesía en el VI Certamen Local "Pan de trigo". Símbolo Trillador.
La Solana 31 de octubre de 2003
Hace años en España, también el Estado, en lugar de garantizar los derechos de todos los ciudadanos y ciudadanas, también los vulneraba, y mataba. Y esa muerte hizo temer al Alba. Porque fue el Alba, en lugar de momento de esperanza de un nuevo día, la hora elegida para la ejecución, para la muerte.
Hoy, la luna vuelve a estar asociada al dolor y a la muerte, porque se dice que hay estados que esperan que se vaya, que sea luna nueva, para esconderse en la oscuridad y sembrar el dolor y la guerra. Quizá algún irakí (o angoleño, o etiope, o servio, o ...) podría hablar así a la luna:
“No te vayas que temo
la noche sin ti,
y la sangre ya mana
de viejas heridas abiertas.
No te vayas que temo
morir en lo oscuro,
y llorar en silencio sin nadie
que vele mi almohada.
No te vayas.
Protege mi vida
con luz hechizada.
Aleja fantasmas
de niños que han muerto,
de miles de vidas violadas.
No te vayas.
Presiento la muerte muy cerca.
Ya inunda mi casa.
No siento mi espalda,
ni miro adelante
esperando que llegue mañana.
Espera conmigo
que se calle el hacha
que hoy es mi verdugo
sin juicio y sin causa.
Espera conmigo
que callen los perros
que inundan la noche
ladrando sus rabias.
Aguarda tú, luna,
que ya nada espero
de otros que aguardaban.
Aguarda conmigo
que quizá mañana
volverán las gentes
a quienes amaba
a cantar conmigo,
y reirás arriba, cómplice ignorada,
de unos nuevos tiempos
sin sangre ni espada.
No te vayas luna,
que temo la noche sin ti,
que temo la muerte callada
que oculta la nada.”
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