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Me llamo Nohemí.

Suelo poner mis apellidos también, pero justo hoy, con la propuesta de modificación del Código Civil, no sé como hacerlo. Resulta que tengo casi tres apellidos, porque uno es compuesto. El orden alfabético diría que me llamo “Nohemí Gómez Morales Pimpollo”. Como ya tengo unos años siempre he llevado primero los de mi padre, “Gómez – Pimpollo” como uno sólo y de una identidad muy marcada pues aunque “Gómez” existen muchos y muy dispersos por España, el “Pimpollo “de la segunda parte sólo es originario de mi pueblo, La Solana. Sin embargo siempre me ha gustado nombrar, o escribir, o firmar, usando también el de mi madre, como un reconocimiento a ella, y porque también es parte de mí. Nunca me había planteado lo de cambiarles el orden, pero quizá a partir de ahora al firmar, los escriba uno encima de otro, o en círculo para que no tengan principio o final.

Podéis llamarme Nohemí, es más sencillo y me doy por nombrada. Eso sí, llamadme con “h”. Quizá el ordenador tienda a quitarla, pero yo soy “Nohemí” y no “Noemí”, desde que algún día, posiblemente en la adolescencia, decidí poner la letra muda en mi nombre. No puedo negaros que en algunos momentos me he arrepentido. Por ejemplo cuando el ordenador se niega a incorporarla, o cuando hay que rellenar formularios oficiales, o en situaciones importantes de mi vida en las que algún funcionario ha considerado que no es lo mismo “Nohemí” que “Noemí”. Alguno terminó llamándome “Nohemí con hache” y acabó, sin saberlo, con el del orden de los apellidos. Quizá algún día os cuente más cosas sobre mi hache, hoy solo escribo mi presentación.

Trabajo mucho, pero me gusta mi trabajo y lo he incorporado al ocio, aunque muchos digan que debe evitarse. No me gusta que me digan lo que debo hacer cuando tengo claro que hago lo que me gusta. Tampoco ello implica que a veces no me arrepienta. Me gustaría hacer más cosas, pero aunque desde hace unos años pido a los Reyes Magos días de 48 horas, todavía no me los han traído. Casi he perdido la esperanza para el próximo seis de enero. Trabajo en educación. He sido maestra, orientadora, asesora y ahora trabajo como inspectora. No es tan serio como parece y permite conocer mucha gente y mejorar cosas. Todavía no he cumplido un año en el nuevo trabajo, así que, puedo llamarme joven.

Tampoco cuarenta y dos años son muchos años, o a mi no me lo parecen. Me quedan más cosas por hacer de las que llevo hechas; mas lugares por visitar que los que ya he visto; más personas por conocer, … Algunas de ellas seguro que serán muy importantes en mi vida. No diré que más que las que ya me acompañan en el camino o en el recuerdo, pero tampoco menos. Me quedan muchos sueños por lograr e incluso montones de sueños por inventar.

Me quedáis vosotros por conocer y la vida nos ha encontrado en este taller de escritura. Para ser sincera, nunca pensé en vosotros cuando me apunté. No tengo muy claro por qué lo hice. El cambio de trabajo trajo consigo cambio de hábitos, de compañeros y compañias, de espacios, de olores, … y me sentí un poco perdida. Creo que todavía sigo, pero no sé ya si atribuirlo al cambio o a mí misma. No parecía mal momento para retomar otros ocios, como el de escribir y aquí estoy, intentando ser disciplinada con las tareas, sincera con el contenido y un poco hábil con el lenguaje. Me gusta la escritura; me ha gustado desde niña, pero el tiempo se me ha ido llenando de otras cosas y ahora tengo el propósito de devolverle su espacio. Espero que el taller me ayude a conseguirlo. No me gusta la literatura que solo distrae. Prefiero la que cuenta el mundo, y si es posible, lo cambia. Bueno, y me encanta la que, aunque sea imposible cambiarlo, lo intenta. No creo que pueda nunca escribir así,  pero podré leer a los que si lo hacen.

No sé si he respondido a las preguntas guía de la presentación. No voy a mirarlas ahora por dos razones. La primera que escribo en el sofá, con luz ténue y no me apetece ir a buscarlas al estudio. La segunda la dije más arriba “no me gusta que me digan lo que debo hacer …” y menos cuando estoy en una tarea creativa. No me imaginéis demasiado rebelde, solo lo soy en la intimidad, como este rato.

Bueno, creo que para una primera impresión dije bastante. Ya me diréis vosotros que os parece.

3 comentarios

Nohemí -

Muchas gracias, Teresa.
Te tengo enlazada. Recurriré a ti cuando empieze a buscar lecturas para el tiempo de calma que nos permita el verano.
Un abrazo

Teresa -

Nohemí ya estoy en ti blog, lo voy a enlazar al mío y así te sigo.
Te recuerdo el mío por si acaso en esa vorágine de trabajo puedes respirar y te pasas. Espero que te guste
www.loslibrosdeteresa.wordpress.com
un abrazo
Teresa

Anónimo -

¡Ese fonema fallido, qué bien resalta tu nombre!